El Ayuntamiento de Sevilla obligará a los propietarios de animales a llevar una botella de agua mezclada con productos desinfectantes siempre que los saquen a la calle. Así, esta reciente ordenanza lanza una nueva polémica.
La Policía Local podrá sancionar a aquellos que no las lleven cuando paseen a sus mascotas. Hasta la fecha, los propietarios solo tenían la obligación de recoger los excrementos de sus mascotas, pues en el asunto del orín ninguna autoridad se había pronunciado.
No obstante, Sevilla no es la única ciudad en implementar esta medida. A partir del mes de julio, Almería empezó a sancionar a aquellos dueños que no limpiasen el orín de sus mascotas con vinagre. El objetivo del Consistorio consistía en “minimizar el efecto de las micciones, particularmente de perros, en el entorno y mobiliario urbano” y así “evitar suciedad y los malos olores en las calles”. Por ello, estableció sanciones que pueden ir de los 120 a los 750 euros.
Otras restricciones
Hasta el momento, los propietarios sólo estaban obligados a recoger los excrementos de sus mascotas, ya que el asunto del orín era algo ambiguo, por lo que los agentes municipales no habían sancionado a ningún ciudadano. Asimismo, la ordenanza definitiva prohíbe que se tengan a los animales en vehículos, balcones o terrazas que no garanticen sus condiciones ambientales. Otra de las restricciones es bañar a las mascotas en fuentes ornamentales y armar ruido entre las 23:00 y las 7:00 horas.
Esta medida se venía reclamando desde hacia tiempo por diferentes grupos vecinales de la ciudad como «parche» a estas insalubridades, ya que resulta complicado que los servicios de limpieza puedan actuar con inmediatez, siendo más un problema de civismo que de control municipal.
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