Sevilla tiene un olor especial, pero también algún que otro menos deseable.
Nos encantan los olores que desprende las calles hispalenses, pero como es lógico, hay veces que no se pueden controlar el 100% de lo que entra en nuestro olfato. Es el caso de los contenedores de basura, que aunque algunos los pintemos con graffitis que los embellezcan, siguen siendo contenedores (lo mismo que la mona que se viste de seda y mona se queda).
Sin embargo, la empresa municipal de Limpieza Pública y Protección Ambiental SAM (Lipasam) ha activado un proyecto I+D+I para conseguir unos elementos de desodorización de la materia orgánica de los contenedores, que a su vez tendrán unos sensores que indicarán cuándo deben recogerse, de manera que no se llevaría a cabo con la frecuencia establecida previamente.
Para optimizar esta recogida de biorresiduos Lipasam ha sacado a licitación un contrato que cuenta con financiación de Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), por lo que el grupo de investigación debe ser andaluz.
Esta sistema de desodorización supondría un gran ahorro para Lipasam y una gran noticia para los ciudadanos que queremos una Sevilla más limpia.
Fuente de la noticia: Diario de Sevilla
Fuente de imagen de portada: Sevilla Daily Photo