En noviembre de 1961 Sevilla sufrió la mayor inundación de la historia provocando que el muro de defensa del arroyo del Tamarguillo se rompiera y tres cuartas partes de la ciudad fueran inundadas. Uno de los damnificados fue el bar de la calle Lumbreras en cuya trastienda los magos se reunían.
Solo dos años antes, en 1959, la Sociedad Española de Ilusionismo celebraba su Congreso Mágico Nacional, un evento que hizo creer la pasión por el ilusionismo en Sevilla. A raíz de este encuentro empezó a crecer el fondo bibliográfico de la sociedad instalado en la trastienda del bar. Sin embargo, la inundación destruyó prácticamente todos los fondos de la biblioteca.
Algunos magos consiguieron salvar los libros que estaban en las estanterías superiores y tomaron la decisión de dividir los rescatados entre tres de ellos, que se dedicaron a cuidarlos en sus respectivos hogares. Sin embargo, en 1991 se constituye en el Pub Magia y Música el Círculo Mágico de Sevilla , una asociación que aglutinaba a los ilusionistas de la capital hispalense. La primera de sus tareas fue recuperar aquellos libros del bar de la calle Lumbreras y una vez que los encontraron, se creó otro fondo bibliográfico en el Centro Cívico Tejar del Mellizo, donde los magos se reunían una vez por semana.
No obstante, estaba la preocupación por lo desprotegidos que estaban los libros, por lo que comenzaron con la búsqueda de un lugar en el que fueran más accesibles. El lugar elegido estaba lleno de simbolismo: la iglesia de Santa Lucía, una obra arquitectónica del siglo XIV de estilo gótico-mudéjar, en la que se establecieron los caballeros de la Orden de Alcántara y sirvió como parroquia fundacional de la Hermandad de los Panaderos. Esta iglesia, ya desacralizada, es titularidad de la Junta y desde 2012 es el Centro de Documentación de la Artes Escénicas de Andalucía.
Desde que los libros fueron a parar a Santa Lucía el fondo no ha hecho más que crecer y recibe aportaciones constantemente de la Junta de Andalucía y del Círculo Mágico de Sevilla. Está abierta al público y en ella podéis encontrar desde libros de hipnotismo y mentalismo hasta vídeos. De hecho, es el fondo andaluz de ilusionismo más importante de Andalucía y el tercero de España por detrás del de la Fundación March y el archivo de la Biblioteca Nacional. Y en lo que respecta a vídeos, es el mayor fondo videográfico a nivel nacional.
Si vais a esta biblioteca no os extrañéis si veis a más de un mago practicando algunos de sus hechizos o a gente del mundo del teatro que quiera incorporar la magia a alguno de sus espectáculos.
No hay nada que nos alegre más que saber que gracias a esta biblioteca, Sevilla será una ciudad donde la magia puede estar al alcance de todos. Que tiemble Hogwarts.
Fuente del artículo: ABC Andalucía. Autor: Miguel Ángel Jiménez.