Unas obras en el hotel de la Plaza de San Francisco han cambiado por completo la historia de Sevilla. Durante la reforma del complejo se ha encontrado una muralla romana que demostraría que, en esa época, la ciudad creció más de lo que se creía hasta ahora.
Antes del hallazgo la frontera de Hispalis se localizaba en la actual calle de Álvarez Quintero. Si bien, el desplazamiento del cauce del río hacia la actual Plaza Nueva permitió que la ciudad se ampliara hacia el oeste, hasta el antiguo Baetis, como explica el Diario de Sevilla.
La muralla, que data del siglo III, demuestra que la Sevilla romana se expandió y desmonta la teoría de que la ciudad estaba en plena decadencia. Una expansión que llegaría por el lado del río, cuando fluía por la Alameda, la Campana y Sierpes; y se alejaba del centro.
Según la misma información, habría que entender la nueva muralla como una ampliación de la ya preexistente. Sin embargo, los arqueólogos no cuentan con suficientes datos como para determinar todavía el trazado exacto. Lo más plausible sería que se hubiera extendido hasta el cruce entre Álvarez Quintero y Argote de Molina.
Lo que está claro es que la muralla será conservada y pasará a formar parte del hotel que se está construyendo, lo que supondrá un enorme atractivo para el complejo turístico. Aunque para que se haga efectivo, falta aún la autorización pertinente por parte de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.