El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente, ha concluido el proceso de contratación de la primera fase de las obras de rehabilitación del Monasterio de San Jerónimo. El propósito es que se adjudiquen este verano y los trabajos se puedan iniciar para este otoño. Un proyecto que está valorado en 6,1 millones de euros y cuenta con la cofinanciación europea de los fondos FEDER a través de la Estrategia Edusi para la zona Norte de la ciudad.
Sendas obras se dividirán en dos partes. La primera, que arrancará en unos meses, se ocupará de la zona baja del claustro, donde se llevará a cabo un refuerzo de la cimentación con afianzamiento de pilares y muros, la renovación de la red de saneamiento para la evacuación de aguas pluviales y la restauración de los pavimentos tanto del claustro propiamente como del deambulatorio bajo. A continuación se ejecutará la segunda fase, focalizada en la mejora del claustro y deambulatorios de la planta alta. Para ello se contempla la intervención en pavimentos y solerías, la estabilización de los arcos formeros de la galería alta y la reparación de las cubiertas.
“Esta estrategia completa de intervención para la rehabilitación del claustro del monasterio de San Jerónimo es un reflejo más de la apuesta de este gobierno por la recuperación del patrimonio con el mayor volumen de inversiones en marcha que ha tenido la ciudad en las últimas décadas”, explica el delegado de Hábitat Urbano y Cohesión Social, Juan Manuel Flores.
Recuperar el monumento invisible de Sevilla
El Monasterio de San Jerónimo data del siglo XV y albergó una de las imprentas más importantes del territorio. Pese a ser declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento Histórico-Artístico desde 1964 y estar protegido por el PGOU en un grado B, este proyecto de rehabilitación del claustro constituye la intervención de mayor envergadura sobre este espacio. Otrora, fue uno de los monasterios más poderosos de Sevilla por el gran apoyo que recibía de la monarquía y las familias de alta alcurnia que sufragaron los costes de esta obra monumental. Sin embargo, la desamortización de Mendizábal sumió al edificio en una agonía que se prolongó hasta el siglo XX. Desde que el Ayuntamiento adquiriera la propiedad en 1984 solo se ejecutaron unas obras con motivo de la Expo del 92.