Cuando tenemos una visita y nos pide que la llevemos a nuestro restaurante favorito de Sevilla, es lo mismo que cuando nos preguntan por nuestra película favorita de todos los tiempos: es imposible dar una única respuesta, sobre todo, teniendo en cuenta que tenemos una oferta gastronómica tan completa.
Sin embargo, por esta razón, tenemos un artículo en el que os hablábamos de los mejores lugares de Sevilla para llevar a vuestras visitas. Uno de ellos era el Patio San Eloy (c/ San Eloy, 9, una cervecería que a priori es muy normal, pero tiene varias claves que hacen de él un lugar perfecto para satisfacer a todas tus visitas.
Para empezar, lo primero que llamará la atención a tus invitados es que se puede comer sobre unas gradas. No es lo más higiénico, ya que piensa que los escalones cumplen la función de mesa, silla y suelo, pero sí es lo más recomendable si quieres que la gente viva una experiencia sevillana al 100%. También hay mesas convencionales, aunque te recomendamos la primera opción.
A día de hoy, el Patio San Eloy es una franquicia y se ha extendido hasta ciudades como Badajoz o Madrid. En Sevilla hay ocho locales por diferentes barrios, pero sin duda te recomendamos que vayas al de la calle San Eloy, número 9, porque allí encontrarás la esencia más pura. Además es el primer «patio» que se abrió, concretamente en el año 1972.
Obviamente, también cumple las expectativas en la parte culinaria. Lo más típico es pedir un par de raciones (jamón, lomo, ibéricos…) y combinarlo con unas tapas frías, entre las que destacan la tarta vegetal, el salmorejo y el salpicón de marisco, o unas tapas calientes, de las que recomendamos el adobo, la carrillada y las tortillas de camarones.
No obstante, el must del Patio San Eloy que nadie debe perderse es su carta de montaditos. No tienen nada que ver con los de la clásica franquicia, ya que aquí son bastante generosos. Con 2-3 montaditos y algo de picoteo puedes comer bastante bien. En cuanto a los sabores no te esperes nada que se salga de lo convencional, ya que son muy tradicionales: pringá, serranito, cordobés, granjero, noruego, sevillano, etcétera.
Pero si había algo que podía hacer que el Patio San Eloy fuera aún mejor es su bajo precio. Se puede comer bien por menos de 10 euros (dependiendo de lo que pidas), por lo que se convierte en un lugar repleto de estudiantes y tieso-friendly.
El Patio San Eloy no es alta cocina, ni uno de los mejores lugares para probar la gastronomía tradicional sevillana, pero tampoco lo pretende. Es el sitio perfecto para echar unas cañas de forma distendida y te prometemos que no habrá una visita que no te diga «¡Cómo mola este sitio!».
Fuente de la imagen de portada: Blog L’ Avventura