Estamos en el año 2050 después de Jesucristo. Toda la Tierra está ocupada por unos alienígenas. ¿Toda? ¡No! Una ciudad poblada por irreductibles sevillanos resiste todavía y siempre al invasor.
¿Y por qué no han invadido ya la ciudad? El equipo de ingenieros y filólogos alienígenas que descubrió el significado de los jeroglíficos egipcios están trabajando día y noche para descifrar el andaluz sevillano. De momento, han conseguido intuir el significado de palabras como “miarma”, pero todavía se hallan desorientados en lo que respecta a expresiones como “no ni ná” y “a jierro”. El factor del idioma, sumado a un calor nunca sufrido en toda la galaxia, hacen que esta invasión se lleve a cabo paulatinamente.
Mientras tanto, los sevillanos Pacorix y Manolix han puesto por escrito en unos menhires de la Sierra Norte una lista con vocablos y expresiones sevillanas que permanecerán siempre ocultas para la raza extraterrestre. Por si fuera poco, el druida Cruzcamporcix prepara una poción mágica que hace a los sevillanos tan fuertes como para levantar al Cristo del Gran Poder con tan sólo una mano. Sevilla Secreta ha accedido a este documento y tiene el placer de compartirlo con ustedes:
Acarajotaó: dícese del ser que está en la parra y no se entera de ná. Sinónimo de “esnortaó”.
Arfavó: un “por favor”, pero más suplicante.
Tequiyá: se le dice a una persona de la que estás hasta los mismísimos y no puedes ver su cara un segundo más.
Pero: es una manzana con problemas de identidad de género.
Tajá: es lo que tienes cuando ya no distingues si lo que bebes es un gin-tonic o Sunny Delight.
Flama: es como la calor, pero se usa mucho como adjetivo. Ejemplo: he hecho la portada del TFG con paint y me ha quedado flama.
¡Jefe!: así se llaman el 100% de los camareros en Sevilla. Curioso que sus madres se pusieran de acuerdo para ponerles el mismo nombre a todos.
Lorito: nuestro salvador si no tenemos aire condicionado. Es un ventilador pequeñito de los que hace el apaño.
Comiomierda: se usa mucha para describir algunos bares y pisos de estudiantes. Es un nivel de suciedad para lugares en los que no aciertas el color original del mobiliario.
Ancá o ancar: ¿para qué usar tres palabras cuando con una dices lo mismo? Significa “en casa de” o “a casa de”.
Engollipao: alguien a quien le puede el ansia y come a traganudo sin beber ná, provocando un colapso en el estómago.
Chuchurrío: suele utilizarse en los “coitus interruptus” y para definir algo en mal estado. La RAE debería replantearse la incorporación de esta palabra en el diccionario.
Pechá: sinónimo de “hartá”. Ejemplo: vaya pechá de cervezas que llevamos en lo alto.
Arcancía: objeto donde depositas los “leuros”.
Y por si os habéis quedado con ganas de más, siempre podéis consultar el primer tomo del antidiccionario de la RAE.