Episodios de calor extremo como el que se registra esta semana o como los que se vienen viviendo a lo largo de este verano –que está siendo uno de los más calurosos que se recuerdan– hacen más imperativa que otros años la necesidad de refrescarse, algo que pasa desde visitar piscinas a consumir más productos fríos que alivien la sensación de calor.
Esto último, desde hace algo más de una semana, está siendo más complicado que de costumbre: varias cadenas de supermercados han comunicado a su clientela que como consecuencia del aumento de la demanda de hielo no pueden asegurar su suministro. En ese sentido, algunas grandes superficies han optado por limitar el número de bolsas de hielo que cada cliente puede comprar: según informa el diario de Levante, la cooperativa valenciana Consum lo ha restringido a dos bolsas por cliente y día y Mercadona ha colocado carteles con el siguiente mensaje: «Limitamos temporalmente la venta de bolsas de hielo. Máximo 5 bolsas o un saco por cliente».
¿Cuál es el motivo de la falta de hielo?
La explicación detrás de esta escasez no responde a un único motivo, sino a una conjunción de factores: además de las elevadas temperaturas, una de las principales causas que ha generado el desabastecimiento de hielo ha sido la subida del precio de la electricidad, según ha explicado en La Vanguardia Sergio del Moral, del fabricante Tele Hielo. «Las fábricas pararon la producción y es ahora, en verano, cuando se está notando. La previsión es que en agosto no haya hielo», ha asegurado a dicho medio.
Antonio Jaime, encargado de Fábricas del Hielo Norte, en Badajoz, respalda esa tesis en declaraciones a El Periódico de España: «El problema que hay es que con las subidas del precio de la luz, las pequeñas empresas como la nuestra, que somos muchísimas, no hemos fabricado todo lo que teníamos que fabricar, sino que hemos ido recortando». Y apunta que varias de ellas se verán obligadas a cerrar temporalmente por la escasez de suministro.
La situación viene marcada también por la subida de los precios de la gasolina, de los costes de fabricación o de la cantidad de festivales que se están celebrando este verano. Por otro lado, según señalan fuentes del sector del hielo consultadas por La Vanguardia es algo común a todo el país, y se espera que las dos primeras semanas de agosto sean las más críticas del verano.