Hay un momento clave en la vida de toda persona que consiste en darse cuenta que lo que hacía con 16 años ya no lo haría ni aunque le pagasen. Esta evolución hacia lo que hoy conocemos como viejoven atraviesa varias etapas, que abarcan desde la lucha con los padres por quedarte hasta una hora más, hasta el momento en el que decides que las doce ya es tarde para estar dando vueltas y ya dices eso de me voy a ver el cine de las sábanas blancas. El viejovenismo no tiene nada de malo. Es simplemente una época de cambios en la que despotricas de todo lo pasado. Si eres de los que le ofrecen un plan de fiesta y tú respondes me quedo viendo una peli, estos son tus planes en Sevilla (importante escucharlos con la canción de Ojete Calor de fondo):
1.Tetería
Uno de los planes favoritos de los viejovenes porque además les hace creer que así se sale de fiesta. Es un plan barato porque además con una cachimba y un té o cóctel puedes aguantar toda la noche. Estos lugares además tienen la ventaja de convertirse en espacios en los que la gente, cuando lleva más de dos caladas a la cachimba comienza a sincerarse y reflexionar sobre el paso del tiempo.
2. Cine:
Antes estabas deseando que llegase el viernes para salir de clase e irte por calle Betis, la Alameda o la Alfalfa para beberte hasta las copas de los árboles. Ahora cuando llega el viernes tu plan ideal es meterte en una sala de cine a ver el estreno de turno. Ya pasas de pagar por alcohol malo. A partir de ahora invertirás en ocio como Dios manda. Y si el viejoven está pelado siempre queda la opción de comer palomitas de microondas mientras ve una película en casa.
3. Terraza
Otro de los factores para identificar a un viejoven es que empezó bebiendo por emborracharse y ahora bebe por gusto, saboreando cada sorbo de la vida. Ahora en vez de pagar 3 € por un cubata con alcohol para curar heridas, los invierte en tomarse una señora copa mientras tiene de fondo la Giralda. En artículos pasados ya os recomendábamos las mejores terrazas con vistas, en el que aparecía el Hotel Doña María como sitio recomendable para tomar una copa
4. Conciertos
¿Sabes qué es Territorios? En caso afirmativo, tienes resquicios de ser joven todavía. Si no tienes ni idea de lo que significa, ¡enhorabuena! Ya eres un seguidor más de la filosofía del viejovenismo y seguirás el mandamiento “no me gustan las aglomeraciones” seguido del “demasiados decibelios para mis tímpanos”. A ti lo que verdaderamente te gusta ya es ir a un concierto de música clásica en el Teatro Maestranza.
5. Comida
De los bares de mala muerte en el que te ponían las bravas recalentadas y una hamburguesa con sabor a suela de zapato pasarás a los gastrobares. Ya no buscarás las ofertas y pagarás el triple de lo que antes pagabas por comer tres veces menos. Eso sí, ya no te jartarás, sino que degustarás tapas como las que te sugeríamos en este artículo.
6. Domingos
Antes eran días nublados y resacosos. Pero como buen viejoven ahora te levantarás los domingos con una sonrisa en la cara y en vez de estar todo el día tirado en el sofá lamentándote de haber seguido bebiendo hasta perder el sentido del gusto, saldrás a la calle para dar un paseo. ¡Porque no hay mejor plan que un paseo por el Parque de María Luisa! Y si encima te quejas de lo mal que lo cuidan los jóvenes ya tendrás el nivel C1 homologado por la RAVE (Real Academia de Viejovenes Españoles).