Un clásico del cine es pedir la mano de tu pareja con un anillo en una copa de champán, algo que nunca hemos entendido teniendo en cuenta el riesgo que supone. Otros más clásicos optan por llevar al amor de su vida a algún lugar a ver un atardecer y cuando menos se lo esperan sueltan «¿Te quieres casar conmigo?». Y después están aquellas personas que como si se tratase de una película, se curran unas pedidas de matrimonio que hacen que se replantee una boda hasta el más reacio.
Como no podía ser menos, los andaluces somos especialmente románticos y pasionales a la hora de plantear esta proposición. Así que hoy compartimos contigo las mejores pedidas de mano que harán que más de uno se quiera casar, y que otro se arrepienta de no habérselo currado más en su día:
El chico se inspiró bastante en la película Love Actually, pero aún así no se puede negar que eligió un lugar (con acordeón incluido) muy propicia para que la chica diese el «sí, quiero.»
Quizás un flashmob no es la forma más original de pedir matrimonio a día de hoy, pero es innegable que 30 personas bailando al unísono en Plaza de España hacen que te lo pienses seriamente.
Una pedida de mano sobre el albero de la Feria de Abril es siempre una apuesta segura. Por supuesto, María José no se lo pensó ni un segundo y dijo que sí. Eso sí, somos muy fans de los que dicen de fondo «¡dile que no!». Por malmeter que no falte.
Cualquier persona sabe que si pides matrimonio en la Plaza de España te aseguras que tu pareja te diga sí. Por eso mismo, Alejandro no lo dudó y se fue con la guitarra a la Plaza de España para pedirle la mano a Marta. La pobre un poco más y echa todo el Guadalquivir de la emoción.
Javi tampoco se la jugó y decidió pedirle matrimonio a su chica en pleno Puente de Triana con un acompañamiento musical excepcional: el Pellejo y Pedro Campos. A juzgar por la cara de Laura, fue uno de los mejores momentos de su vida.
Jesús, un bético de primera, tuvo que renunciar a sus principios y pedirle matrimonio a su esposa, forofa del Sevilla, en el Sánchez Pijuán. ¡Eso es amor de verdad y lo demás es tontería!