Honorio Aguilar cuenta con el apoyo de arquitectos, aparejadores y asociaciones conservacionistas.
El arquitecto sevillano Honorio Aguilar pretende que se declaren como Patrimonio de la Humanidad las iglesias mudéjares sevillanas y para ello, ha iniciado la recogida de adhesiones para llevar a cabo los trámites ante la Unesco. El Real Alcázar ya contaba con esta catalogación y la intención de Aguilar es que se extienda al resto de edificios mudéjares.
El pasado junio, Aguilar solicitó al gobierno de Juan Espadas que lo apoyara en su propuesta, pero de momento sólo ha recibido una respuesta positiva por parte del PP y Ciudadanos.
Entidades como el Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla, la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla, el Colegio Oficial de Arquitectos Técnicos y Aparejadores de Sevilla, la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Edificación, el Cabildo de Alfonso X el Sabio y la Fundación Cicop Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio ya se han sumado a esta propuesta. Al igual que la Asociación para la Defensa del Patrimonio (Adepa) apoya esta propuesta, siempre y cuando no haya que eliminar elementos barrocos que se hayan añadido a posteriori.
Honorio Aguilar considera que la arquitectura mudéjar cumple todos los requisitos esenciales para ser declarada Patrimonio de la Humanidad, como mostrar la capacidad creativa de la raza humana, considerarse una tradición cultural de una civilización o ser algo único en cuanto a diseño. Además, en sus propias palabras, se trata de «un estilo que es testimonio de la convivencia cultural entre Occidente y Oriente, que se alimenta de las corrientes artísticas cristianas y musulmanas de la época».
El arquitecto considera que las iglesias mudéjares de Sevilla son el mejor exponente de esta arquitectura y algunos ejemplos son San Marcos, San Andrés, San Esteban, San Gil, San Isidoro, San Lorenzo, Santa Catalina, Santa Marina, San Pedro y Omnium Sanctorum.
Algunas de ellas han desaparecido, como las parroquias de Santa Cruz y la Magdalena, y sobre otras se alzaron edificaciones barrocas. La mayoría de estas iglesias mudéjares se encuentran repartidas por el casco histórico y se construyeron tras la Reconquista de la ciudad.
El hecho de ser declaradas Patrimonio de la Humanidad permitiría que parte del presupuesto de la Unesco se destinará a la conservación de estos monumentos, sobre todo si se necesitan reparaciones de máxima urgencia. Esto supondría el rescate de algunas iglesias como Santa Catalina, la cual lleva cerrada desde hace varios años.
Fuente de la noticia: ABC de Sevilla
Fuente de la imagen de portada: Andalucía Información