Esta es una historia con sangre sevillana. ‘Black Iron Burger’ es el nombre por el que los neoyorquinos conocen a una de sus mayores delicias.
Víctor Ortega, Jaime Guardiola, Pedro Ruiz-Ocejo y Luis Carlos Pérez son los socios responsables de crear una combinación perfecta más allá del charco.
Es como si una abuelita de Oregon cocina unos huevos a la flamenca o un montadito de pringá. En principio es una imagen impactante, por mucho que la señora cocine como los dioses. Ha ocurrido a la inversa. El chef Jaime Guardiola ha conseguido posicionar Black Iron Burger como uno de los mejores lugares para tomar el clásico americano, ¡Siendo sevillano!
El éxito de estos chicos no tiene precedentes. En 2013 abrieron su primer local en East Village en 2013. Ya tienen restaurantes en Midtown West, en Brooklyn (Desde octubre de este mismo año) y ahora están preparando todo para sumar a la lista su última incorporación en el Theatre District (Manhattan), junto al Estudio 54. Nada menos.
Su fama la certifican «Burger Weekly», el prestigioso medio «The New York Times», incluso los compadres sevillanos. Aquí podéis ver qué hacen los compadres en Nueva York.
Si el sueño americano existe, estos chicos lo han conquistado con creces. Estos jóvenes marcharon a los Estados Unidos sin conocer el mercado, los productos ni la ciudad y ahora se han hecho con un enorme público. ¿Su secreto? Apostar por la calidad en dosis moderadas.
La consistencia y frescura del brioche combinan a la perfección con la carne Black Angus, intensa de sabor, natural y libre de hormonas. Acompañado de una buena salsa alioli, ¿Para qué más?
En definitiva, Black Iron Burger es una forma de presentar los clásicos de la comida rápida transformando el concepto. Los chicos que han conquistado la Gran Manzana son sevillanos, y nosotros lo celebramos.
Si preparas un viaje a Nueva York, no puedes perderte estas hamburguesas made in Seville.