Solo estuvo 3 días en nuestra ciudad, pero con eso le bastó para amarla.
Podríamos escribir cientos de artículos en torno a la figura de Lord Byron, el poeta inglés considerado una de las mayores figuras de Romanticismo, pero vamos a centrarnos en 3 días de su vida. Es una pena porque podríamos contarte que se consideraba un poeta maldito, que nació con una deformidad que hizo de él un ser excéntrico y tuvo relaciones más tortuosas que las que podemos ver en cualquier programa de Sálvame, pero eso lo tendrás que descubrir navegando por la red. Eso sí, nosotros te vamos a relatar los días que pasó Lord Byron en la capital hispalense.
Desde tierna edad, el poeta se dedicaba a viajar por todo el mundo y no dudaba en utilizar su pluma para registrar el testimonio de todo lo que veía. Era una tradición que cuando los jóvenes británicos concluían sus estudios hacían un Grand Tour europeo, habitualmente por Centroeuropa, pero el poeta decidió no guiarse por los convencionalismos y llevó a cabo un recorrido por el sur del continente que abarcó Portugal, Turquía, Malta, Grecia y España.
De esta manera, al concluir sus estudios en Cambridge, emprendió este viaje el 2 de julio de 1809 desde Cornualles a bordo del barco correo ‘Princess Elizabeth’.
Llegada a Sevilla
Cuando llegó a Sevilla desde Lisboa el 25 de julio de 1809, tan solo contaba con 21 años y llegó acompañado con un amigo, John Cam Hobhouse, y sus sirvientes. En ese año, Sevilla no vivía una época de esplendor precisamente: la ciudad estaba en armas porque se encontraba en guerra con el ejército francés de Napoleón. Además, la ciudad era la sede del Gobierno español con la Junta Central establecida en el Real Alcázar.
Resulta sorprendente que una de las cosas que más le fascinó al poeta de España era el estado de las carreteras, ya que gracias a ello «solo» tardó 5 días en desplazarse de Lisboa a Sevilla.
Lord Byron se alojó en el número 19 de la calle Cruces (a día de hoy es el número 21 de la calle Fabiola), pero lamentablemente nada queda de esta casa de huéspedes que fue reformada a mediados del siglo XIX. En aquella época era regentada por dos hermanas solteras, las Beltrán.
Gracias a Esteban Pujals, poeta y profesor de Literatura en Lengua Inglesa en la Universidad Autónoma de Madrid, sabemos que Sevilla encandiló a Lord Byron y llegó a decir que la catedral era una de las más hermosas que había visto. También aprovechó para mantener una entrevista con John Hookham Frere, poeta y futuro amigo en Malta del duque de Rivas, que por aquel entonces era el embajador inglés en España.
Amoríos del poeta
Por supuesto, Lord Byron suscitó pasiones en la ciudad sureña. Fue Doña Josefa, la novia de un oficial del ejército español, la mujer que quedó prendada de la belleza del poeta. Ella le invitó a su habitación de madrugada, pero él no lo hizo y, no contento con ello, escribió a su madre que su hija era una «descarada». Lo más irónico es que se lo dijo una persona con el historial de escarceos amorosos más sórdidos de la época.
Doña Josefa le reprochó al día siguiente que ya había tenido otros amantes ingleses y que pronto se casaría con el oficial español. Aunque sin duda, lo más sorprendente de esta historia es que ella se cortó su larga trenza y se la entregó al poeta, que la aceptó perplejo. De hecho, le fascinó tanto este gesto que mandó a uno de sus criados a Londres con esta trenza y le pidió a su madre que la guardase cuidadosamente, ya que quería conservar ese recuerdo eternamente.
Próximo destino: Cádiz
El 28 de julio abandonó la ciudad para emprender marca a Cádiz. En este trayecto, pasó por destinos como Utrera, Jerez y Alcalá de Guadaira. Incluso vio una corrida de toros en El Puerto de Santa María y fue a ver una ópera en Cádiz junto a una chica, hija del almirante de Córdoba, pero estas andanzas por Andalucía son otro capítulo.
Fuentes: El Mundo / ABC de Sevilla / Sevilla City Centre