Los dulces eróticos de La Pollería han llegado a Sevilla para quedarse.
Que sobre los gustos no hay nada escrito, que el sexo no tiene hora y que para hacer bien el amor hay que venir al sur son tres axiomas como la copa de un pino y todos ellos convergen en un punto: La Pollería. Pedro Buerbaum es el responsable de esta revolucionaria idea que nació en Madrid y que ya cuenta con locales a lo largo y ancho del país. El esquinazo de la calle Barbieri, en Chueca (Madrid), pronto se quedaría corto y ahora La Pollería es una familia que, por fin, aterriza en Sevilla (c/ Sierpes, 84).
Al respecto de la Pollería poco hay que decir que no se imagine el lector. Se trata de un concepto provocativo y divertido de concebir las meriendas. ¿Cómo? Elaborando gofres con formas genitales: ‘pollofres’ bañados en toppings de toda clase inundan las redes sociales y ahora también el centro de la hispalense.
Toppings para bañar tu merienda
Si hay algo que tiene Sevilla (más allá del color especial, los sevillanos y otros clichés casposos) es guasa. Y de guasa también saben en La Pollería que, lejos de servir pollos, elaboran gofres en formato take away con forma de pene. Sevilla, la ciudad española posiblemente con más bares e iglesias por metro cuadrado, incluye en la ecuación otros conceptos variopintos de consumir y este es buen ejemplo de ello.
En la transitada calle Sierpes, los ‘pollofres’ están literalmente en boca de todos y no es para menos. Sus inocentes formas son una declaración de intenciones: que cada uno se coma lo que quiera y con lo que quiera. Y para ello, puedes escoger entre su surtido de toppings: chocolate blanco, chocolate con leche, chocolate de fresa o chocolate negro. Además, ahora en su carta incluyen un elemento muy veraniego: pollolos.
Lo que pareciera una moda pasajera con tantos amantes como detractores se ha convertido en un negocio consolidado, exitoso y con muchas cosas que decir a una ciudad como Sevilla.
Estos gofres genitales pueden adquirirse por 4,30 euros con un topping incluido y su consumo, marcado por lo pudoroso y lo cómico de merendar un gofre con forma de pene o vulva en público, harán que te eches unas risas. El local abre de 16:00 a 23:30 horas. Toda una experiencia tanto para atrevidos y pudorosos.