Si algo tiene el barrio de Santa Cruz es que aunque lo hayas visitado mil veces, siempre hay algo que has pasado por alto y cuando lo descubres te preguntas «¿Por qué no conocía esto?». Uno de los rincones de Santa Cruz que te hará cuestionarte eso es la plaza de la Escuela de Cristo, un pequeño espacio con olor a azahar y romero que se encuentra entre la calle Mateos Gago y la calle Ximénez de Enciso.
Hay dos formas de llegar a esta plaza: a través de un pequeño callejón sin salida o desde el interior de la iglesia de Santa Cruz, concretamente por la parte de la sacristía.
Pocos turistas serán los que encuentres en esta plaza, ya que es uno de los lugares menos frecuentados del barrio de Santa Cruz, sobre todo porque ni los propios sevillanos saben cómo acceder. Al igual que la plaza Santa Marta, es un lugar de reducidas dimensiones e incluso se asemeja más a un patio que a una plaza.
En la plaza Escuela de Cristo encontrarás varios elementos a tener en cuenta como la fachada manierista del oratorio de la Escuela de Cristo de la Natividad, que se erigió en el año 1793, según se indica en una placa exterior, y además da nombre a la plaza.
A ambos lados de la fachada del templo se describe cómo se formaron estas «Escuelas de Cristo», de las que llegaron a existir tres en Sevilla y la única que queda, tiene la sede en este oratorio. Las otras dos desaparecieron en la segunda mitad del siglo XIX y de hecho, cuando una desaparecía, cedía su patrimonio a otra.
En el otro frente de la plaza hay una puerta que comunica con un pasillo que conduce a las distintas dependencias de la iglesia de Santa Cruz. Junto a ella se puede ver un retablo cerámico del Santísimo Cristo de las Misericordias, que tiene una particularidad: es el único Cristo de las Misericordias a color en Sevilla.
A la derecha del retablo hay una cruz de forja que se alza sobre una columna de mármol blanco enclavada en una especie de hornacina.
En la plaza también hay otras piezas de gran valor artístico como el retablo cerámico de la Natividad de Cristo, el cual se puede ver bajo el rótulo de la calle. La obra representa una escena de la Adoración de los Pastores y es una copia de un cuadro del siglo XVII, que se encuentra en la catedral de Puebla de los Ángeles (México). En ella podemos ver al obispo Juan de Palafox y Mendoza, el cofundador de las Escuelas de Cristo que aparece representado como un joven pastor.
La próxima vez que tengas una visita y te pida que la lleves a lugares que solo alguien de Sevilla conozca, no dudes en enseñarle este oasis de tranquilidad alejado de flashes de turistas.
Fuente de la información: Sevillapedia / ABC de Sevilla
Fuente de la imagen de portada: Sevilla Daily Photo