
Todos los que estudien en la Universidad de Sevilla conocerán muy bien la escultura que da la bienvenida a todo aquel que entre en el Rectorado. Alguno incluso sabrán que esta dama que toca la trompeta se conoce como la Estatua de la Fama, pero lo que prácticamente nadie sabe es la leyenda que hay en torno a este símbolo institucional.
Federico Revilla en su Diccionario de Iconografía, sostiene que Fama es la mensajera de Júpiter y por tanto préstamos de algunos elementos icnográficos de Mercurio, quien tenía asignada esa función de comisionado. La Fama, que encarna la voz pública, está representada en una figura femenina, en una doncella, dotada de alas de águila y tocando una trompeta es una alegoría del éxito, de la proclamación de las bondades y verdades.
Cuenta la leyenda que cuando las cigarreras entraban en la Real Fábrica de Tabacos, el edificio que actualmente acoge el Rectorado de Sevilla, a menudo la estatua hacía sonar su trompeta. Lo curioso es que nadie sabe por qué tocaba la trompeta de forma aleatoria.
Foto de la portada: Alexandre Rotenberg / Shutterstock.com