
Comer, ver y disfrutar.
Que conste en acta que somos acérrimos defensores del café en vaso de caña y un buen mollete con tomate y jamón servido en barra con el sonido de la tele de fondo, pero eso no quita que de vez en cuando nos guste desayunar en un local más cool e instagram friendly (nuestra madre nos ha dicho que al próximo anglicismo nos cae un sopapo bien merecío) como uno de nuestros últimos descubrimientos: Jester (c/ Puerta de la Carne, 7).

¿Merece la pena o es una trampa para modernos?
Sin ninguna duda, Jester es una de las mejores opciones para desayunar en Sevilla. Es un local muy pequeño pero su encanto es inversamente proporcional y también contribuye en gran medida que el servicio sea bastante rápido y muy agradable.

Es una de esas cafeterías en las que merece la pena ir con toda la tranquilidad, ya sea para leer, tener una buena conversación y desconectar del móvil —excepto para hacer la foto reglamentaria de postureo.
Más allá del mollete con tomate
Si eres una de esas personas que prefiere las cartas cortas porque se pierde en las extensas, te anticipamos que no vas a pasar un buen rato a la hora de pedir en Jester puesto que su variedad de tartas, boles, tostadas, bagels y bollería no te lo van a poner nada fácil.
Lo más aconsejable es que te hagas un combo dulce y salado con alguno de sus bagels como el de queso, tomate y pesto o el de salmón con alguna tarta casera.

Aunque para nosotros la mejor opción es un bol con fruta fresca y avena. ¿Eres de los que opina que desayunar fruta no es la elección más divertida? No te preocupes. También pensamos lo mismo, pero es que estos boles te harán cambiar de idea. De hecho, tienen una presentación tan atractiva que una de nuestras acompañantes dijo que le daba pena comérselo (aunque después lo engullera sin ninguna culpabilidad).
Y de beber…
En muchos de estos locales cools el café es siempre lo más flojo. En cambio, aquí está realmente bueno y, además, te dan una tarjeta para que el décimo te salga gratis. Asimismo, son también muy recomendables los smoothies, que además de ser más sanos que cualquier bebida azucarada industrial, tienen combinaciones muy seductoras como el de cacao, plátano y leche de coco (es el que más nos gusta de los que hemos probado).

El juicio final
Jester nos sorprendió porque no somos especialmente fans de este tipo de cafeterías que lucen muy bien en Instagram, pero no tan bien en el paladar. Los precios son razonables, aunque te va a costar más caro que cualquier desayuno, ya que verdaderamente lo que vas a hacer aquí es tomar un brunch o merendar. Por esto no es de extrañar que un café con bagel y un bol de fruta con leche y avena te cueste en torno a unos 10 euros.

Otro punto a favor es que tiene opciones veganas y vegetarianas, tanto en dulce como en salado.
¿Un punto negativo? Lo único que podríamos objetar es que no tiene baño, pero por lo demás es bueno, healthy e instagrameable. ¿Qué más se puede pedir?
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