El término gastrobar nace de pura necesidad. Un día empezaron a proliferar bares con pinta de restaurantes refinados, pero sin la advertencia de un precio desorbitado. Para muchos, se trataba de rama del postureo gastronómico; para otros, la alta cocina al alcance de cualquiera. El slowbar va más allá, un concepto que persigue convertir la experiencia de cenar en un placer casi cultural (y sin prisas).
De todas formas, para opinar con propiedad lo mejor siempre es la experiencia en primera persona. Por ello hoy os invitamos a visitar ‘La Bernarda’: el primer slowbar de Sevilla.
En el corazón del barrio de San Bernardo (de ahí el nombre), se trata de un estiloso local que no deja indiferente. Si prometían un ambiente distendido y relajado desde luego lo consiguen.
Si algo define este local es sacar partido a platos conocidos y darles una vuelta de tuerca. Por ejemplo, para los amantes del picoteo tienen una tabla donde seleccionan sus mejores tapas. Platos diferentes o recetas de siempre pero compartiendo un denominador común: respetar la paz a la hora de comer.
📍 c/ Juan de Mata Carriazo S/N, esquina Bartolomé de Medina, 21.