Este año no faltan figuras muy potentes oriundas de Granada como Lori Meyers, Playdoo Club (el b2b de Robzz y Rata de Internet), Niños Luchando y La Plazuela. También tocará la cantante Judeline, artista gaditana, Compro Oro que llegan a Mijas desde Almería y, representando a nuestra Sevilla, no podían ser otros que Vera Fauna.
Charlamos con Kike, el frontman de Vera Fauna, sobre la ciudad que inspira sus canciones, los sitios de Sevilla que echan de menos y con quién tienen ganas de coincidir en el backstage del Cala Mijas. Los chicos de Vera Fauna (Kike, Juanlu, Javi y Jaime) estrenarán el primer día del festival, junto a IDLES, Arcade Fire o Foals.
Las letras de Vera Fauna profundizan en el duelo que están viviendo ciudades como Sevilla ante el turismo masivo y la gentrificación. Son, también, una forma de poner en valor la comunidad, de poner en valor una ciudad diseñada para el vecino y no para el turista, de denuncia de una mercantilización de la cultura que tantas veces se ha querido explotar sin contar con los verdaderos intereses de los sevillanos.
La denuncia en Dudas y Flores se vuelca sobre la gentrificación y en Los años mejores sobre precariedad laboral y los alquileres abusivos. Estamos viendo cómo muchas capitales parece que se están transformando para el consumo, sin plazas con sombra, sin bancos… ¿Cómo habitáis la ciudad?
La habitamos en lo que lo que es nuestro espacio íntimo, sobre todo nuestras casas y los puntos de reunión que tienes tú en tu barrio. El problema es que nuestros sitios están desapareciendo también porque los propietarios les suben el alquiler. La ciudad cambia sus planes y los sitios para la gente de Sevilla no funcionan. Por eso, cada vez nos estamos viendo más relegados a un ocio al margen de los bares.
Puedes irte a la Alameda de Hércules donde es mucho más amable cogerte una lata y ponerte a consumir un banco al margen de los bares con los que ya ni te identificas antes que entrar a un sitio con el que no te identificas porque lo acaban de poner hace tres días y se parece a cualquier bar de Malasaña. Entonces, teniendo posibilidad y aun arriesgándonos, lo que hacemos es pillarnos una latita y tener una reunión al margen de los circuitos de consumo convencionales.
Habláis de bancos ‘que son el centro del mundo’, esquinas y ventanas de la ciudad. ¿Están desapareciendo también?
El tema de los bancos tiene una crueldad añadida. Esto tiene que ver con lo que decía antes de los circuitos convencionales. Pero para las personas mayores que van a la compra, por ejemplo, les están quitando el descanso que hay entre un punto y otro. Porque los bancos, quieras que no, más que un punto de reunión, para la gente mayor que transita la calle andando es un medio de transporte en sí.
La ciudad cada vez está más cruel. Nosotros le cantamos a Sevilla, le cantamos muchísimo a Sevilla. Y la gente nos conoce mucho por eso. Pero si rascas un poco más allá de la superficie, en realidad lo que estamos teniendo es un duelo y un desengaño muy grande.
En Candelaria cierran ‘vuestro sitio’. ¿Cuáles son esos lugares que echáis de menos?
Ya no es tanto que nos cierren los garitos, sino que los mismos garitos que conocíamos de siempre están cambiando. Hace poco desapareció la Habanilla en Sevilla, que era nuestra aldea gala y lo que han puesto ahora no tiene para nada el espíritu. Esto para mí tiene una doble lectura un poco peligrosa, en el sentido de que al final se puede convertir en un atractivo turístico que te limpien el suelo del bar con serrín. Esa tampoco es la idea.
El bar no lo hace una foto de Curro, el de la Expo (que, por cierto, fue un proceso de gentrificación masivo que sobre el que pasamos de puntillas).
Un barrio para mí se define en contraposición de la ciudad que es más impersonal. Un bar, como se suele decir, es una parroquia y lo hace su gente. A mí me da igual que me ponga un bar limpiando con serrín en un punto estratégico turístico. Eso no tiene esencia. La esencia es que yo vaya porque me voy a encontrar allí con mi comunidad.
Quiero preguntarte por la colaboración Vera Fauna-Kiko Veneno: ¿Cómo surgió?
Surgió cuando entramos a trabajar con Ernie, que es una agencia de Galicia que son muy buenos, que han cuidado y han respetado mucho nuestro discurso y cuyas propuestas tienen un discurso muy genuino. A los dos o tres días de fichar con Josiño (José Carballo, mánager), me llama por teléfono y dice “Mira, tío, ¿os querríais hacer un tema con Kiko Veneno?” Y yo “Tío, es mi puto ídolo desde chico”. Martes es un tema que se escribió para que lo cantáramos con él.
¿Con quien más os gustaría colaborar?
Pues te diría que con una rapera británica que se llama Little Simz. Y a mi me gustaría, en cuanto a discurso musical, con La Trinidad. Son de Málaga y quien escuche su disco o se lea las entrevistas sobre este, va a aprender mucho sobre cómo es la experiencia de hacer música en este territorio al sur de España.
¿Conocías el Cala Mijas de antes?
Cala Mijas tiene un cartel que ojalá Andalucía tenga el músculo para mantenerlo y replicarlo. Y que la gente de Andalucía no tenga que jugársela a una a una sola carta. Para nosotros es un pedazo de palmadita en la espalda que nos llamen del Cala Mijas porque el cartel es bastante fuerte y la noche que tocamos coincidimos con Arcade Fire, por ejemplo.
Hablando de coincidir con Arcade Fire. ¿A quién te gustaría encontrarte en el backstage del Cala Mijas? ¿Cómo te acercarías a conocer a algún compañero al que admires?
Volaría a por los de IDLES, les daría un abrazo. Los saludaría, exactamente, como se saluda a alguien que conoces de vista. Llegaría con una sonrisa y le diría: “Illo vaya máquina!”. Creo que hay cosas universales en la comunicación humana que se entenderían a la perfección.
¿Algún consejo para los asistentes del Cala Mijas? Que aunque sea finales de agosto, aún hace calor.
Un abanico y cremita para el sol, porque es verdad que la crema da calor, pero luego por la noche te quieres arrancar la piel a pellizcos. Tratándose de un festival en Andalucía, además, con la humedad que hace cerca de la costa, pues el abanico es el instrumento indispensable, gorrito de pescador o gorritas, y en la medida de lo posible te digo pantalón largo, holgadito y finito porque reduce la exposición solar durante el día.
Los festivales más allá de ser lugares de ocio y reunión para los amantes de la música en directo, son también una oportunidad para alcanzar nuevos grupos, conocer más de cerca a los artistas y poder dialogar con una comunidad. La música es un vehículo muy necesario para navegar por temas que se hablan en los bares, los bancos y las calles de las ciudades que quizás deberían llegar a más y más gente.
El Cala Mijas es el broche de oro para el verano en Málaga, un altavoz para grupos jóvenes y emergentes con discursos que merece la pena escuchar y acompañar con unos bailes y bien de cerveza fría. En menos de dos semanas podrás ver en directo a artistas nacionales e internacionales como Florence + The Machine, Arca, Cupido, Cariño, The Strokes, M83, Vera Fauna y muchos más. Aún estás a tiempo de hacerte con tu abono para los tres días aquí.