El artículo de limpieza más popular de Andalucía se enfrenta a su homólogo Mano de Santo.
Este popular producto ha provocado un enfrentamiento dentro de la familia sevillana Castro Molera. La hija del fundador y actual directora de la compañía María Castro Molera ha demandado a su hermano Miguel por «producir, ofrecer, comercializar o utilizar el desengrasante denominado Mano de Santo por infracción grave de la Ley de Competencia Desleal».
Su hermano trabajó como director de ventas hasta que fue despedido el pasado agosto. ¿Las razones? Comercializar con Mano de Santo, un limpiador multiusos que utilizaba la etiqueta «de los creadores de El Milagrito para su promoción.
Las medidas cautelares
En la solicitud de medidas cautelares, la directora de Fabrienvaf ha declarado que Miguel comercializó su producto haciendo valor todas las herramientas, canales de venta y conocimientos que le había proporcionado en un primer momento la empresa familiar.
En añadidura, no solo promete los mismos efectos que El Milagrito sino que su envase y colores son prácticamente idénticos.
María sostiene que la comercialización de Mano de Santo amenaza a la empresa familiar y pone en riesgo la facturación de ambas compañías. Por su parte, Miguel Castro niegas las acusaciones de su hermana. Asimismo, el implicado alude que le propuso sacar otro desinfectante complementario y como María se negó, montó su propia empresa para impulsar Mano de Santo.
El Juzgado Mercantil 3 de Sevilla ha estimado la solicitud de medidas cautelares parcialmente. Por un lado, prohíbe a Miguel Castro usar productor o materiales de El Milagrito para la comercialización de Mano de Santo. Por otra parte, rechaza la petición de Fabrienvaf de cesar la producción de Mano de Santo.