En la arquitectura nunca llueve a gusto de todos y si no que se lo digan a Calatrava.
Sevilla puede presumir con tener algunos de los edificios más impresionantes del mundo que hacen de nuestra ciudad uno de los destinos más elegidos por el turismo. Sin embargo, no todos los edificios han contado con el apoyo de la población sevillana, ya que nos encontramos con varios edificios, cuya construcción fue más polémica que la Torre Eiffel en su momento. Estos son tres de los edificios de Sevilla que han dado más de que hablar:
Torre Sevilla
Más conocida como la Torre Pelli, por su arquitecto César Pelli. Es el primer rascacielos de Sevilla y el edificio más alto de Andalucía. Desde los inicios del proyecto, este ha venido cargado de polémica, ya que rompía la imagen de Sevilla con sus edificios bajos y restaba notoriedad a la Catedral y la Giralda. De hecho, el Rey Alfonso XIII pidió que cualquier edificio alto fuese construido en las afueras para no perder el carácter de Sevilla.
En la Expo del 92 se construyeron edificios más altos que la Giralda, como el puente del V Centenario y el del Alamillo, pero al ser puentes no tuvieron una gran oposición. Sevilla llegó a ser propuesta para incluirse en la lista de bienes Patrimonio de la Humanidad en Peligro, aunque finalmente no fue a parar a la lista con la condición de no realizar futuros rascacielos en zonas que afecten al patrimonio histórico. Al final el proyecto siguió hacia delante y hay muchos colectivos que aseguran que la gran distancia que la separa de la Giralda hace que no arruine el entorno monumental.
Metrosol Parasol de la Plaza de la Encarnación
Más conocido por todos como ‘Las Setas’. Fueron muchos años los que estuvo parada esta obra del arquitecto berlinés Jürgen Mayer debido a su elevado presupuesto (86 millones de euros) que hacía de ella una obra inviable. El inicio de este proyecto se remonta a un concurso público en el que recibieron proyectos para reorganizar el espacio de la plaza e incluir un mercado de abastos y un museo arqueológico con el fin de mantener los restos encontrados. Las primeras críticas surgieron cuando el jurado eligió el proyecto ‘Metrosol Parasol’, que era el más caro de todos.
Finalmente el edificio fue inaugurado en 2011 y gracias a su diseño vanguardista se ha convertido en uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad. Sin embargo, todavía hay opiniones contrarias sobre la decisión de situar un monumento tan rompedor en el casco histórico de la ciudad.
El Corte Inglés de la Plaza del Duque
Año 1968. Sevilla se preparaba para la modernización comercial hispalense y El Corte Inglés sería el inicio de esta moderna etapa. Todo el edificio rezumaba modernidad: las escaleras mecánicas, el ascensor, temperatura primaveral constante, escaparates arriesgados… Fueron los primeros grandes almacenes de Andalucía e incluso fueron bendecidos por el arzobispo Bueno Monreal. (¿Os imagináis al Papa Francisco bendiciendo un IKEA?)
No obstante, este avance comercial no fue bien visto a los ojos de los sevillanos, que no daban crédito a que se hubieran derribado palacios de la plaza para construir un centro comercial. El más añorado edificio era el Palacio del Duque de Medina Sidonia (que le daba nombre a la plaza). Más tarde pasó a los Marqueses de Palomares, pero cuando estos se arruinaron tuvieron que vender el edificio en 1879, que se transformó en unos almacenes textiles, ‘Almacenes del Duque’. También fueron demolidos el Palacio de los Cavalieri, que es el Corte Inglés de Electrónica y Ocio actual, la Casa Palacio de los Sánchez-Dalp y la Iglesia de San Miguel.
Para compensar estas demoliciones, El Corte inglés adquirió la Casa Palacio de Los Pinelo para restaurarla y cederla al pueblo sevillano. A día de hoy, todavía se escucha algún defensor del Patrimonio Histórico que sigue quejándose de cómo El Corte Inglés destruyó la plaza con más vida social y cultural de la ciudad.