Nadie quiere dejar su ciudad por nada del mundo, pero el ser humano es una ser nómada (muchas veces por obligación), que pese a su pesar debe abandonar temporalmente su residencia por semanas, meses e incluso años. Más de uno sabrá lo que es cambiar de aires, especialmente si va de Los Pirineos pá arriba. Sabemos que muchos seguidores de Sevilla Secreta están fuera y disfrutan viendo fotografías de la tierra que los vio nacer o los adoptó en un momento de su vida. Seguro que si estáis viviendo fuera, estas son algunas de las cosas que echáis de menos de la capital hispalense:
1. No sabemos vivir sin sol y si hay algo a lo que nos cuesta adaptarnos cuando vamos fuera es a esos días tristones más depresivos que un concierto de Alex Ubago. Los andaluces no hemos nacido para vivir bajo un paraguas día sí y día también.
2. Echar un domingo entero en el Parque del Alamillo.
3. La Alameda: en pocos lugares del mundo se respira tanta paz como aquí (dicho por un londinense).
4. Tumbarte a la vera del río mientras atardece.
5. Pasar por el Puente de Triana de noche.
6. Comer de lujo: pocas gastronomías lucen tanto como la española y es que en Sevilla se come de escándalo. Estas 15 tapas que probar antes de morir son una prueba de ello.
7. El Parque de Maria Luisa, porque por muchas veces que hayas estado en él, aún te fascinas cuando pasas por el Monumento de Bécquer o por la Plaza de América.
8. Sus persojanazos de a pie de calle como Howard, el mudo de Santa Ana o el ateo del centro.
9. La gran oferta cultural que hay en cuanto a teatros, museos y cines. ¿Habéis entrado alguna vez en el Cine Cervantes?
10. Sus librerías con encanto como “LaExtraVagante”, “Un gato en bicicleta” o la librería infantil, “El Gusanillo Lector”.
11. Ir entretenido en el Tussam mientras miras su pantalla en la que, o bien te cuentan desde cosas de la época de Trajano o te informan del último ligue de Cristiano Ronaldo.
12. Pasear en navidad con esa decoración que inunda todo el centro de color.
13. Las fiestas que te has pegado hasta las tantas por la Alfalfa, la Alameda o en la calle Betis. A más de uno os traerán recuerdos estos bares donde os quedabais pegados a la barra.
14. El patrimonio cultural que tiene Sevilla, donde cada esquina es una obra de arte.
15. Lo que más echas de menos en cuanto subes más allá de Despeñaperros: la gente. El carácter que tienen los sevillanos en pocos lugares lo vas a encontrar. Por no hablar de su sentido del humor (importante no confundir con el tópico de que todos son grasiosos) y de la amabilidad con la que acogen a los de fuera. Ya lo decían Los del Río, Sevilla tiene su gente…