La Policía Nacional ha detenido al taxista del Maserati como presunto autor de un delito de estafa, en grado de tentativa, a su compañía de seguros y otro de denuncia falsa.
La investigación ha desvelado que el incendio se produjo de manera intencionada, presuntamente con el objetivo de que el dueño del vehículo cobrara la prima del seguro. Al parecer, el Maserati contaba con una avería grave que le impedía prestar servicio. La Policía supo que el propietario había comprado una pieza con el objetivo de repararlo, antes de que el incendio tuviese lugar. Además, se ha revelado que el propietario adquirió el coche de segunda mano en Holanda por 58.000 euros, y no por los más de 130.000 originales.
El vehículo ardió el 11 de agosto cuando se encontraba estacionado en la calle Tigris, en Sevilla Este. El propietario, que en ese momento se encontraba fuera de Sevilla, presentó la denuncia poco después aludiendo que había dejado el coche aparcado en Sevilla Este cerca de una vivienda familiar. La Policía sospechó de que un coche tan valioso pudiera quedar aparcado en plena calle y ardiera durante el día en una zona que probablemente no ofreciese muchos testigos.
Por el momento se desconoce quién fue el autor material del incendio aunque el dueño del Maserati ha sido detenido al entender que organizó presuntamente el fuego para simular un siniestro y cobrar una prima de unos 30.000 euros. Al taxista se le imputa un delito de estafa en grado de tentativa contra la compañía de seguros y un delito contra la administración por presentar una denuncia falsa.