Si la calle Córdoba destaca por algo, sin duda es su inconfundible aroma.
Cuando se pierde la fragancia del adobo de Blanco Cerrillo, el colofón de los olores se alcanza con el perfume que impregna las calles de Sevilla en Semana Santa: el incienso. Después de 35 vendiendo humo junto al Salvador, el puesto de Adolfo Fiances amenazaba con no poder renovar su licencia. Los hijos de Fiances han mantenido este negocio tradicional hasta el momento.
La titular del negocio, María Ramona González falleció el pasado verano y la ordenanza municipal no permite heredar las licencias. Por su parte, la Gerencia de Urbanismo no ofrecía alternativa a los hijos de los propietarios. Sin embargo, tras hacerse eco de la noticia el portavoz del PP Beltrán Peréz facilitará una nueva licencia a los familiares.
Adolfo Fiances fue uno de los primeros que empezó a distribuir incienso en la ciudad, convirtiéndose en un referente en los entornos cofrades. Así, los hermanos Fiances aseguran que el 80% de sus sustento procede de la venta en la calle.
Fuente de la portada: @inciensosafiances / Instagram