La icónica heladería sevillana, al igual que otros muchos locales de la ciudad, se ha visto obligada a echar el cierre.
Con presencia en más de 150 países, La Fiorentina ha tenido que cerrar su local en la calle Zaragoza debido a la falta de rentabilidad que presenta esta nueva situación. Joaquín Liria, gerente del local, ha tomado esta decisión tras 25 años de actividad.
El elevado precio del local y las exigencias de una «nueva normalidad» todavía incierta ha empujado a este negocio sevillano a despedirse. Joaquín Liria repartirá los kilos de helado que había preparado para la reapertura a familias necesitadas. El comedor del Pumarejo, Santa Paula, San Leandro o San Clemente, entre otras, recibirán parte del excedente de La Fiorentina.
En cualquier caso, el gerente del establecimiento espera poder abrir el año próximo en otro punto de la ciudad.