El postureo y la inconsciencia de algunos ciudadanos han destruido parte de este hermoso paisaje.
En las últimas semanas han llegado a este bellísimo campo de amapolas cientos de curiosos de todas partes de la provincia de Sevilla. Los propietarios de este terreno (que es, además, una plantación) situado en el término municipal de Alcalá de Guadaíra se han visto desbordados ante la cantidad ingente de personas que han venido hasta el lugar para tomar fotos y llenar sus redes sociales.
La situación se volvió insostenible el pasado viernes. Los coches quedaban aparcados de cualquier forma en arcenes y en los márgenes de la antigua carretera y, al acceder al campo para hacer fotografías, se destrozaron muchas de sus plantas. A pesar de que, en los postes eléctricos de la parcela, se dispusieron algunos carteles que alertaban que la zona era de acceso prohibido e incluso que podrían acarrear daños para quienes se aventurasen a entrar (aludiendo al uso de herbicidas), ello no frenó la pulsión de compartir en redes sociales la belleza de este campo privado.
Susana SJ, propietaria de la plantación, denunció los destrozos a través de Facebook con el siguiente mensaje: «El campo de amapolas ha sido sembrado, igual que más variedad de hierba que tiene que salir, la cual no sale por falta de lluvia y por el pisoteo de la gente, allí no había caminos o senderos, han sido hechos. Hoy se ha sulfatado, hay carteles puestos avisando de que no se entre, cuando se hace, hay que esperar 20 días para poder entrar».