
Sevilla ha amanecido ligeramente cubierta de barro como consecuencia de la calima. Coches, aceras o toldos de distintas zonas de la ciudad y provincia estaban regados por arena mientras que el cielo se cubría de un ambiente turbio y moderadamente anaranjado. Si bien se ha agradecido la lluvia de estos pasados días, Murcia y en general el Levante español daba cuenta ayer de esta situación excepcional. La calima, que es la causante de este fenómeno, se extiende por toda la Península y llega hoy a Sevilla.
Qué es la calima
En la provincia de Sevilla también se deja ver el polvo en suspensión del #Sahara, pero con menos intensidad. pic.twitter.com/JXGAiagBZs
— 𝙼𝚎𝚍𝚒𝚗𝚊 #YoMeVacuno (@manuel_rmedina) March 15, 2022
Postureo de la calima en #AlcaláDeGuadaíra #Sevilla. pic.twitter.com/dPjOqjbU4X
— Ezú® (@Lobezn000) March 15, 2022
La calima es un fenómeno meteorológico que se define por la suspensión de partículas sólidas y pequeñas que tienen como resultado un aspecto opaco y una visibilidad reducida. Se trata de una masa de aire caliente que trae consigo la subida de las temperaturas, que pueden alcanzar los 21ºC. El Ministerio para la Transición Ecológica ha indicado que la concentración puede alcanzar hasta los 500 µg/m3.
Hay dos clases de calima: la tipo A y la tipo B. La tipo B es la habitual en Madrid: relativa a agentes no naturales como la contaminación e incendios. Y la tipo A, la que hoy cubre el cielo madrileño, se define cuando hay un transporte natural de elementos en el ambiente. En el caso de hoy, del Sáhara.
Afecciones a la salud
Distintas fuentes señalan la calima como un fenómeno perjudicial para la salud de los mayores de 65 años, los menores de 6 años y los ciudadanos con problemas respiratorios. Entre sus posibles consecuencias se encuentra la obstrucción nasal, el picor en los ojos, la tos, broncoespasmos, dolor torácico, asmas y distintos tipos de irritaciones en vías respiratorias y pulmones.