Abrir un restaurante de cocina creativa en una zona de tapeo tradicional de Sevilla puede ser una locura… o una genialidad.
Hay una lista de restaurantes que mis padres tienen vetados porque se pasan de «moderneces». ¿Los motivos? «Yo no me dejo el sueldo de un mes para pasar hambre», «Donde se ponga una buena carrillera o una cola de toro que se quite cualquier tontería» o el clásico «Eso es para gente muy moderna». Superar toda esta lista de prejuicios es difícil cuando quieres llevar a cenar a tus padres a algo diferente, así que en esta ocasión tuve que soltar alguna mentirijilla piadosa con un buen fin: que salieran de su zona de confort.
Nada más entrar en Az-Zait (Plaza de San Lorenzo, 1) mis padres se olieron que les había metido en una encerrona. La particular decoración grecolatina tampoco ayudaba y cuando abrieron la carta confirmaron sus sospechas. Los había metido en uno de esos «lugares modernitos». La primera tentativa de mi padre fue irse a Casa Ricardo, pero gracias a que mi madre es un poco más «food-friendly» se quedaron.
En Az-Azait tienes la posiblidad de tapear o comer de menú. Apostamos por la primera opción, que siempre permite probar más cosas y pedimos lo siguiente: salmorejo con helado de aceite de oliva, carpaccio de cigalas, pulpo con crema de patatas y pimentón, y deconstrucción de tortilla de patatas y chistorra. Como te puedes imaginar, lo de la «deconstrucción» no les terminaba de convencer, pero mi madre reconoció que a pesar de ser algo extraño, estaba muy bueno. Mi padre no dijo nada, pero a juzgar por su silencio intuyo que todo le gustó.
Lo que más nos gustó a todos e incluso consiguió que mi padre dijera «esto no está mal» fue la galleta de cola de toro, que se sirve con un tubo como si fuera pasta de dientes.
Como has podido ver, realmente son platos de la gastronomía andaluza tradicional, pero servidos de una forma muy creativa y añadiendo nuevos sabores. Pero da igual si tus padres, al igual que los míos, también son de sabores tradicionales porque en la carta encontrarás adobo, gambas al ajillo, lagrimitas de pollo, cochinillo asado y otras cosas a los que ningún paladar «de los de toda la vida» se podría negar.
Si tienes una madre o un padre con aspiraciones a ser sumiller, no te preocupes porque tienen una carta de vinos bastante extensa.
En la parte dulce de la carta encontrarás cosas típicas como el arroz con leche o el brownie de chocolate con helado de vainilla, pero también tienes cosas más atrevidas como la gelatina de gin-tonic con helado de limón o la sopa fría de mango con helado y frutas naturales.
Sí, es un restaurante de cocina creativa. Hay muchos platos que se salen de lo normal y tampoco es un lugar barato, pero solo te diré que hasta mis padres acabaron satisfechos y mi madre me dijo que no estaba mal probar cosas nuevas de vez en cuando. Mi padre se limitó a decir que no estaba mal, lo cual se traduce en que le maravilló.
Fuente de la imagen de portada: Web de Az-Zait