La batalla de los veladores que ocupaba el centro de la actualidad sevillana hace unos meses hoy se convierte en un imprescindible para salvar a la hostelería de la crisis que se avecina.
Debido a la crisis causada por el coronavirus, el Ayuntamiento de Sevilla está dispuesto a levantar el veto a los veladores y ampliar el espacio de las terrazas. Antonio Muñoz, delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento, se compromete a aplicar «medidas excepcionales» para que el sector hostelero pueda hacer frente a esta situación.
Como medida adicional, la Gerencia de Urbanismo ha elaborado un acuerdo para adaptar las limitaciones establecidas en la ordenanza a las recomendaciones sanitarias y a la estrategia de reactivación económica de Sevilla. Las medidas que se adopten tendrán en cuenta la accesibilidad universal, los itinerarios peatonales y el derecho al descanso, entre otros aspectos.
Se prevé que la iniciativa entre en vigor este verano, tras el periodo de alegaciones y exposición pública y cuando se hayan superado los procesos de desescalada fijados desde el Gobierno central. En cualquier caso, estas decisiones deberán justificarse dentro del marco jurídico estatal y autonómico. A lo largo de las próximas semanas se establecerán los criterios específicos.
Otra medida que se está tomando desde el Ayuntamiento es eximir el cobro de las tasas de veladores y de la basura mientras la actividad esté cerrada para mitigar los efectos económicos. Entre los efectos que va a tener la crisis del Covid-19 en la hostelería destacan el distanciamiento social, la separación de dos metros entre clientes o la limitación de número de personas en los establecimientos.
Sin duda, ello supondrá un enorme impacto en la economía y la creación de empleo. Por ello, Urbanismo se compromete a ampliar el espacio de la vía pública para instalar mesas y sillas «siempre y cuando se garantice la accesibilidad y ello no suponga un impacto del nivel de ruidos perjudicial para los vecinos».
A fin de evitar un repunte de la enfermedad, Muñoz apela a la prudencia para establecer paulatinamente y cuando llegue el momento, «un periodo de seguridad y confianza y que se vaya confirmando que se saldrá de la crisis».
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