Ambas ciudades sedujeron a la flor y nata de la sociedad durante la mayor época de esplendor cultural que se ha vivido en España.
Conocemos a la perfección el Siglo de Oro sevillano y su fauna no tan reluciente: durante los siglos XVI y XVII era una de las metrópolis más importantes de Europa y un destino que atrajo a comerciantes de todas las nacionalidades.
Podríamos decir que Sevilla fue una de las grandes expresiones del Siglo de Oro, pero estaríamos incurriendo en el grave error de obviar una ciudad que vivió la entrevista entre Isabel La Católica y Colón que desembocaría en el descubrimiento de América, y cuenta con una prestigiosa universidad desde 1499. Una ciudad que por el patrimonio histórico y artístico que atesora y su trascendente aportación a la cultura universal en los siglos XVI y XVII fue declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998.
Alcalá de Henares y Sevilla están separadas por más de 500 kilómetros y, sin embargo, no te importará la distancia cuando sepas la conexión tan especial que tenemos con la ciudad castellana:
Corrales de comedias
Por desgracia, en Sevilla hemos perdido más de un corral de comedias y algunos de ellos fueron ocupados por otra edificación, como es el caso del Corral de Doña Elvira, que pasó de ser el espacio de representación teatral por antonomasia a convertirse en el Hospital de Venerables Sacerdotes.
No obstante, si quieres ver uno de los corrales de comedia más antiguos y mejor conservados de Europa, tendrás que visitar el de Alcalá de Henares, una joya arquitectónica del siglo XVII que sigue ofreciendo entretenimiento desde 1601 y cuenta con una programación teatral con algunas de las mejores compañías nacionales.
Dos de las ferias más importantes del mundo
Sí, como lo estás oyendo. Sevilla y Alcalá de Henares tienen una feria que atrae a centenares de miles de personas año tras año, aunque mientras que una se vive con traje de flamenca y se escuchan sevillanas, en otra haces un viaje en el tiempo a través de uno de los mercados medievales más grandes de Europa.
El Mercado Cervantino de Alcalá es una celebración única en el mundo y es que durante este evento podrás presenciar torneos de caballeros, ver a domadores de serpientes y escuchar música de gaitas. Además, toda la ciudad se disfraza con atuendos del Siglo de Oro, las calles se llenan de animación y pasacalles y son ocupadas por puestos de gastronomía y artesanía.
Gastronomía
Es curioso que aun estando separadas, tanto la gastronomía alcalaína como la nuestra destaca por el culto a la tapa y la comida tradicional en grandes cantidades. Curiosamente, la comida de la ciudad madrileña está influenciada por la literatura cervantina y se considera una atracción más.
Las migas alcalaínas, el asado de cabritillo y el cordero al horno conviven con la famosa repostería local, donde destacan las almendras garrapiñadas, los penitentes y la costrada, un dulce delicioso de milhojas de hojaldre, crema pastelera y merengue, cubierta de almendras, picadas y gratinadas cuya origen se remonta al siglo XIX.
Oferta monumental
Te sorprendería la cantidad de monumentos que alberga Alcalá de Henares. Al igual que Sevilla, cuenta con una catedral, un museo arqueológico, una universidad con siglos de historia e incluso una ciudad romana.
Podríamos marcarnos un libro del grosor del Quijote contándote todo lo que tienes que ver en la obra, pero seremos breves: no te puedes marchar de Alcalá de Henares sin visitar el Palacio Arzobispal, la Universidad —la tercera más antigua de España—, la Capilla del Oidor y, por supuesto, perderte por sus calles y plazas donde se respira el Siglo de Oro.
Un escritor, dos ciudades
La historia de Alcalá de Henares no se podría entender sin los ilustres personajes del Siglo de Oro y la figura del alcalaíno más célebre, Miguel de Cervantes. Toda la ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad, es un constante homenaje a su figura y su creación literaria, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. De hecho, una de las paradas turísticas imprescindibles es su casa natal, hoy convertida en un museo que atesora ediciones cervantinas de varias épocas e idiomas.
Tampoco se podría entender Sevilla sin la figura de Cervantes, ya que el autor se instaló en Sevilla durante seis años, de 1587 a 1593, y no se puede decir que tuviera una estancia “agradable”: comenzó siendo Comisario Real de Abastos de toda Andalucía y acabó encarcelado por abuso de poder y malversación de fondos, aunque fue liberado al demostrarse su inocencia en los hechos de los que se le acusaba. De hecho, se cree que empezó a escribir la obra cumbre de la literatura española durante su estancia en la Cárcel Real.
Nos parece sorprendente la cantidad de similitudes entre nuestra ciudad y la madrileña, así que si estás pensando hacer una escapada, ¿qué te parece si nos vamos a Alcalá de Henares y descubrimos el Siglo de Oro en la ciudad complutense?
Más información en la página web www.turismomadrid.es.
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