El Ayuntamiento de Sevilla se hizo con las casas 7 y 8 del Patio de Banderas, después de un acuerdo con Patrimonio del Estado. Gracias a ese acuerdo los restos del Alcázar primigenio se unirán de nuevo, después de dos siglos. El espacio incorporado se convertirá en un centro de atención al visitante del Alcázar de Sevilla.
Las casas adquiridas están unidas y preservan los restos del palacio fundacional, como un importante lienzo de las murallas primitivas. En su acceso se encuentran unos arcos musulmanes y en el sótano también se han hallado los restos de la arquería que estaba tras los muros. Además, las estancias de las dos casas, que fueron construidas en 1874, han sido reformadas recientemente.