Dicen que Sevilla es una de día y otra de noche… Y sinceramente, eso tiene tanto sentido como decir que el agua del Guadalquivir es una de día y otra de noche. Sevilla no es como Jekyll y Hyde, pero sí que es cierto que hay un sinfín de razones por las que hay que vivir una noche en ella…
El puente de la Barqueta gana mucho más de noche que de día.
¿Sabías que este famoso lugar de la Avenida de la Constitución es el edificio La Adriática?
El encanto que tienen los Alcázares de noche es único.
Solo por ver el reflejo de luces sobre el Guadalquivir merece la pena vivir una noche en Sevilla.
Los colores de la calle Betis se aprecian mejor de día, pero tampoco tiene desperdicio de noche.
¿Puede ser Sevilla la ciudad más impresionante desde las alturas?
Pocos monumentos de Sevilla lucen tanto de noche como el emblema de nuestra ciudad.
¿Habéis entrado alguna vez a la Torre Schindler de noche?
Nunca encontraréis un puente tan fotogénico de noche como el de Triana.
Ver la Plaza de España a la luz de la luna es algo que no tiene precio.