Primero fue Magic English, después vinieron las primeras clases de inglés en las que nos enseñaron los colores y el verbo to be, y finalmente hemos acabado como “autodidactas”, o lo que es lo mismo, nos vemos Juego de Tronos en versión original.
No obstante, siempre se ha dicho aquello de “como mejor se aprende un idioma es saliendo de tu país”. Y aunque suene a frase trillada de profesor de instituto, es cierto. Un fin de semana con gente hablando inglés fuera de España te enseña más que un curso de varios años. Por esa razón, nos parece tan buena la idea de Groupifly. Porque engloba la experiencia de los idiomas y los viajes. Todo ello sumado a dos de las palabras más bonitas del inglés: low cost.
¿Cómo funciona? Ellos aportan el curso y el alojamiento, de manera que tan solo tendrás que preocuparte de los billetes de avión, la comida y del imán o taza que les vayas a comprar a tus padres. Además, tienes la opción de viajar solo o acompañado. Y no te preocupes por la edad porque da igual que seas universitario o que hayas superado la barrera de los 40. Lo más importante es que tengas ganas de conocer gente y de vivir nuevas experiencias.
Los cursos tienen una duración mínima de un mes e incluso si quieres medio, te puedes poner de acuerdo con alguien para que vaya dos semanas y tú otras dos. En cuanto a los profesores, en el 80% de las experiencias son nativos y si no lo son, se aseguran que hablen inglés al nivel de la Reina Madre.
Y llegamos a la parte que más te va a gustar: el precio. Porque es que no exageramos cuando te decimos que no puede ser más barato. Os ponemos un par de ejemplos: un mes en Osaka con clases de inglés o japonés, 299€. ¿Barato, eh? Aunque tampoco estaría mal pasar 30 días en Bangkok aprendiendo inglés por 490€.
Sin embargo, lo que para nosotros es el pack estrella de Groupifly es su experiencia en Bali: 30 días en una increíble villa de esas en las que posan los famosos del Hola!. Y por si fuera poco, tienes la playa a cinco minutos. ¿Te imaginas pasar un mes en esta isla paradisíaca?
Por lo pronto, nosotros vamos a dejar de darle a la imaginación y pasaremos a la acción. Si los famosos pueden disfrutar de una casa balinesa con vistas al mar, nosotros también y mejor aún, pagando 10 veces menos y volviendo a España con un nivel de inglés que ya quisiera J.K.Rowling.
See you in Bali!