Ya está aquí la temporada alta para el turismo en las capitales. Se acerca el buen tiempo, la primavera y no solamente la Semana Santa es foco de interés. La Feria está muy próxima, y los carteristas ya están asentados.
Aprovechan las aglomeraciones para hacerse con carteras, móviles y todo aquello que puedan ganarle a la víctima en segundos. La Policía está en alerta ante la llegada de decenas de carteristas que eligen Sevilla para hacer bote.
Para luchar contra estos grupos, la Policía Nacional y Local organizan dispositivos de vigiliancia con agentes de paisano en las zonas más propensas.
¿Cuáles son las cifras?
No es posible acertar un número de delincuentes estos días en Sevilla. Algunos suelen alargar su estancia hasta la feria. La Policía puede calibrar con cierta precisión el número de hurtos en el Casco histórico de Sevilla.
La Policía afirma que dos hermanos chilenos se instalaron en Sevilla unos días porque pueden sacar 6.000 euros en una semana, cerca de la Maestranza.
Aunque se fijan en el visitante que aparentemente lleve más dinero encima, pertenencias de valor o cámaras es difícil la labor de reconocimiento, pues no suelen quedarse en el país toda la tramitación.
Vuelven con miles de euros
Las ganancias que obtienen estos ladrones durante los días de aglomeraciones en las calles pueden llegar a calcularse en miles de euros. Hasta el punto de que venir a Sevilla resulta rentable a carteristas que cruzan el océano para pasar una temporada en la capital andaluza robando al descuido.
Es el caso de dos hermanos chilenos, que ya fueron detenidos el año pasado en las inmediaciones de la plaza de toros. La Policía está convencida que este año regresarán porque les resulta muy rentable. Pueden sacar 6000 euros en una semana.
Los carteristas con más experiencia seleccionan a víctimas en lugares aledaños a la Maestranza, que suelen llevar cientos de euros en las billeteras.
El abrazo
Está aumentando la modalidad del abrazo para conseguir llevar a cabo un hurto. Sólo en Sevilla, la Policía estima que pueden estar actuando más de cien ladronas.
El acto consiste en abordar a la víctima de forma que no le dé tiempo a reaccionar. Distraerla con un abrazo o con besos para que no depare en que simultáneamente se le está sustrayendo algún objeto de valor. Las piezas suelen ser relojes o joyas de alta gama. Algunas de las últimas piezas robadas tienen el valor de 30.000 euros.
Golpe en misa
Otra de las tácticas que se está descubriendo es que muchas de estas personas acuden a misa los domingos para realizar sus golpes. En barrios acomodados, observan a una persona mayor arreglada y chequean qué tipo de alhaja será su premio. Cuando salen de misma los atacan.
Suele tratarse de grupos de Europa del Este, que trabajan de forma itinerante. Pero también hay españoles, o sevillanos que llevan toda la vida haciéndolo.