Más de 120.000 personas paralizaron el centro de la ciudad.
El servicio de Metrocentro se paralizó debido a la masa que taponó la cabecera, la cual quedó atrapada entre la multitud. Esto es solo un dato indicativo de la congregación de más de 120.000 personas que ayer salieron a la calle para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres.
Sevilla, al igual que muchas ciudades españolas, se sumó a la oleada feminista y lo más sorprendente es que el Movimiento Feminista de Sevilla, convocante de la protesta, confiaba en superar lo 10.000 asistentes, pero no contaba con que la realidad superase la ficción. Según el Centro de Coordinación Operativa (Cecop), el 8M congregó a 120.000 personas, aunque a posteriori la Policía Nacional redujo la cifra hasta 30.000.
Independientemente de la cifra, lo que sí ha sido un hecho es que este año ha calado el mensaje del feminismo y que estamos más cerca de un mensaje que ayer se cantaba en las calles: Sevilla será la tumba del machismo.
Este 8M ha sido la semilla de un movimiento que no va a parar hasta conseguir sus propósitos. Ayer las protagonistas fueron sin duda las mujeres, pero no fueron las únicas que salieron a la calle para conformar la marea morada. Ayer también asistieron a la manifestación padres, abuelos y niños para reivindicar una sociedad justa.
Lo que ayer se vio en Sevilla no se veía desde las movilizaciones del 15M y era necesario que llegase este momento. En el manifiesto se expuso que las mujeres «se están manifestando porque la desigualdad está instalada de forma estructural con la complicidad de quienes ostentan todos los poderes» y que «se han puesto en huelga porque ya es hora de que el patriarcado se conciencie de que sus privilegios deben agotarse en pro de una sociedad justa e igualitaria».
Esperamos que la revolución del feminismo que vivimos ayer en las calles siga existiendo todos los días y que esto sirva para acabar con la desigualdad imperante en la sociedad.
Fuente de la información y de la imagen de portada: El Correo Web