A pesar de las medidas hiegiénico sanitarias motivadas por el Covid-19 la Asociación Nacional de Empresas de sanidad Ambiental (ANECPLA) ha informado que el confinamiento ha propiciado el incremento de plagas de roedores, mosquitos, cucarachas y garrapatas.
En concreto, las altas temperaturas registradas en Sevilla tras el periodo de lluvias han traído consigo una plaga de mosquitos en la ciudad. Se trata de una fenómeno habitual en el cambio estacional y están vinculados a los arrozales de las marismas. Por ello, cada año se procede a una fumigación cuando la planta del arroz ha alcanzado una altura considerable. Este año todavía no se ha llevado a cabo la fumigación y los vecinos sevillanos están sufriendo la presencia de estos mosquitos, especialmente en el área metropolitana de Sevilla y el Aljarafe.
En Isla Mayor denominan a esta variedad mosquitos «orejeros», ya que son más pequeños que los mosquitos comunes y pican más.
Varios estudios concluyen que la mejor prevención contra estos mosquitos es eliminar las larvas cuando las lagunas se llenen de agua y la planta tenga una altura suficiente. Entonces es cuando debe realizarse la fumigación masiva.