La tala del ficus centenario de San Jacinto se detiene, según señala el auto del juzgado de lo contencioso administrativo número 9 de Sevilla. Pese a disponer de la licencia requerida y el respaldo de todos los grupos políticos, salvando la abstención de Podemos, así como de ciertos vecinos, entidades y grupos políticos de Triana, los trabajos se detienen hasta que se resuelva el fondo del litigio.
El auto judicial, con fecha de este jueves 18 de agosto, obliga a detener “con carácter inmediato” los trabajos relativos a la tala del ejemplar “debiendo aportar la administración las medidas necesarias para evitar daños a personas o bienes que pudieran producirse como consecuencia de la paralización de estos trabajos de tala”.
La Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza (AMJA) interpuso un recurso a los tribunales a fin de frenar el acto perpetrado por el Ayuntamiento de Sevilla. En el mismo, se solicitaba «como medida cautelarísima», la suspensión de la tala hasta que se elabore un estudio por parte de especialistas independientes, expertos en la materia. Para garantizar la integridad física de las personas que transiten por las inmediaciones de la parroquia plantean determinar medidas de seguridad. Desde la institución aseguran que existe una alternativa para conservarlo, «siempre que se tomen medidas de conservación».
Si bien los trabajos ya se han detenido, al ficus ya le habían arrancado todas las ramas y únicamente conserva el tronco. Según señala el auto del juez, otorga a la administración un plazo de tres días para alegar aquello que “estime procedente sobre la conveniencia del mantenimiento o levantamiento de la medida de suspensión acordada en el presente auto”.
¿Por qué se estaba talando este ficus centenario?
Los frailes dominicos que regentan el templo aluden a la peligrosidad del mismo, tanto para los viandantes y feligreses, como para quienes visitan el templo o se encuentran en sus inmediaciones. Asimismo, la fachada de la iglesia, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) ya está sufriendo daños visibles. A los daños materiales se suman los daños físicos de los que también se tienen antecedentes. En 2021 cayó una rama del ficus que estuvo cerca de matar a una mujer, una cuponera que ha obtenido la incapacidad permanente por sendas secuelas. Otras cinco personas resultaron heridas por el accidente.
Un ficus singular
Quienes están en contra de la tala apuntan otras razones para evitarla. Entre ellas, y más allá del valor sentimental que el ejemplar tiene para el barrio de Triana, la excepcionalidad del mismo. El ficus de San Jacinto está incluido en el catálogo de árboles singulares que está elaborando el Ayuntamiento de Sevilla. Un inventario cuyo objetivo es proteger estos bienes de interés natural con un poderoso valor ecológico. Y es que su belleza e historia centenaria no son los únicos motivos que invitan a protegerlo. El ficus capta C02, elimina dióxido de nitrógeno, genera oxígeno y es parada y refugio de avifauna diversa, entre otras especies, de rapaces nocturnas. Con todo, aporta gran cantidad de sombra a una de las ciudades más calurosas del país.