Si alguna vez te has puesto como el Quico, debes saber esto.
La hazaña tuvo lugar en la celebración del Corpus en el año 1940 en la localidad sevillana de Aznalcázar. El Ayuntamiento invitó a una gran mariscada a las personalidades más importantes de la villa, a cuatro peones, y al famoso Quico.
Manuel Fernández Doña, el Quico, era una especie de pregonero. El día del Corpus se pegó un buen atracón y anduvo unos días desaparecido. Lo encontraron bajo un puente, atiborrado y enfermo de fiebre. Lo trasladaron a Sevilla y allí murió el Quico, tras hartarse de marisco.
¿El dicho es anterior?
El periódico El Siglo Futuro publicó el 6 de noviembre de 1935 un cuento para niños donde los protagonistas «se pusieron como el Quico de comer». También hay constancia del dicho en el periódico ABC la fecha del 15 de julio de 1933, a raíz de una huelga de hambre en la cárcel. El artículo rezaba «los comensales dimisionarios volvieron al cargo enseguida, para ponerse como el Quico».
La filóloga de la Universidad de Oviedo María Prieto Grande afirma que el Quico fue un personaje glotón de los cuentos populares. La académica apunta que un tal Quico aparece en uno de los «Cien Cuentos populares españoles» de José A. Sánchez Pérez.
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