Donde termina o empieza calle Feria aguarda Espacio Mondo, un proyecto polivalente que aúna arte, diseño y arquitectura y que aloja, hasta el 2 de noviembre, la primera exposición del artista madrileño Trazas en Sevilla.
Divida en cinco secciones, la muestra transita por el histórico del artista, desde sus primeros encargos hasta piezas más maduras que ahondan en la pérdida, la memoria o el perdón.
Y lo hace a través de un lenguaje minimalista y conceptual que en pocos bosquejos recrea la cotidianidad y es un oda a la vida.
Trazas de vida, un mapa emocional
Color, textura y formas geométricas contienen emociones y recuerdos capaces de apelar al espectador. Capaz sea este su sello personal o su mayor facultad, la de atrapar con pocos gestos Trazas de vida.
El recorrido inicia con una selección de piezas que introducen el universo visual de Almandoz y que anticipan a un tiempo la búsqueda de ese lenguaje que lo caracteriza. Y así van sucediéndose obras que abordan el trabajo, la ausencia, la vulnerabilidad, las pasiones, la vitalidad y la familia.
La exposición cierra con Protagonistas, dedicadas a sus vínculos más significativos que rinden tributo a la guía silenciosa y la complicidad que sostienen y acompañan en el camino de la vida.

Los monigotes de Trazas, sus característicos personajes, narran y habitan las distintas historias; las formas geométricas hacen las veces de escenarios simbólicos y el color nos guía a través de la emocionalidad.
Carlos Almandoz se estrena en Sevilla
Trazas de vida, en suma, se siente un mapa emocional en el que es fácil reconocerse. La exposición «invita a los visitantes a mirar lo que permanece cuando todo parece haber pasado.»
La elección de Sevilla no es casual. El artista se inclina por la identidad de la hispalense, que reconoce como un lugar donde «el tiempo parece superponerse con lo eterno.»
Y para la ocasión, Espacio Mondo se transforma para recibir estas piezas evocadoras, cercanas y frescas con técnicas como el rotring, la acuerda y el acrílico.
Con su primera exposición en Sevilla, Trazas de vida, Almandoz consolida su lugar como una de las voces emergentes más sensibles del panorama artístico español. Sus obras, por cierto, se pueden adquirir con precios que oscilan entre los 1.000 y los 3.000 €.
