No hace falta ser un genio (ni un experto en cualquier materia) para saber hasta qué punto estamos agotando los recursos del planeta, ahogando el mar de plásticos y el aire de contaminación.
¿Nos sorprende? No. Lo que ocurre es que quizá no nos importa. Y a este respecto, estas chicas sevillanas tienen algo que decir y lo hacen a través de El Jarrillo Lata, una tiendecita de barrio en el 162 de calle Feria. Un lugar que, más allá de comercializar productos con valores sostenibles, es también una declaración de principios.
Bajo los argumentos de siempre respaldamos nuestra falta de compromiso cuando, en los pequeños actos, quién sabe, puede surgir una gran revolución. El Jarrillo Lata ofrece a los sevillanos y sevillanas (y a cualquiera que se acerque) la oportunidad de conseguir artículos de toda clase para hacer un consumo consciente, responsable y respetuoso con el planeta. El Jarrillo abrió sus puertas en mayo de 2018 y nace esa necesidad de encontrar estos productos que eviten la generación de residuos. Pero no cualquier cosa con etiqueta eco-friendly, sino cosas con valores reales.
«Esos valores van desde que la extracción de los materiales y los lugares de donde se extraen sea respetuosa con el medio ambiente a una mano de obra con unos contratos justos», señala Sonia, una de las mujeres que regenta el negocio.
Alternativas para reducir el consumo
Sonia nos avanza que tiene muy malas dotes para vender y que siempre te va a aconsejar que reutilices algo que tengas en casa. Lo que sí le sobra a esta emprendedora es ilusión y mucho, mucho empeño en acercar al sevillano del barrio de feria todas las alternativas posibles para cambiar hábitos que tenemos muy interiorizados a alternativas más sostenibles.
«La idea era que fuese de comercio justo, que los materiales fuesen sostenibles, reciclados, recicables o lo suficientemente duraderos, evitar productos de usar y tirar y puedan reutilizarse durante muchísimo tiempo y sustituir todos esos productos de usar y tirar.»
Precios reales y ajustados
En palabras de Sonia, quería «crear una red de consumo responsable y de sostenibilidad donde, entre todos y todas, podamos hacer las cosas de otra forma, que yo creo que sí es posible. Hay quienes dicen que es incómodo o que es más caro. Lo del caro es tan subjetivo porque nos han acostumbrado a que una camiseta puede costar 1,5€ que no entiendes por qué tienes que pagar 10 cuando valen 1,5€. Porque tu estás inflando los precios, ¿no? No, perdona. Tú ya sabes lo que sucede con una camiseta de 1,5 y lo que sucede con una 10. Es un poco difícil a veces explicarle a la gente por qué esa botella que está comprando vale 20 euros y no 5, como en otra tienda».
Es innegable que consumimos para poder volver a consumir, por regla general nos agenciamos unos pantalones porque están de moda pero a menudo sucede que, o bien nos duran apenas un año o bien sentimos la necesidad de hacernos con otros al poco tiempo. Pocas veces decidimos invertir en algo que esperamos perdure. ¿Y si empezamos a pensar en apoyar al pequeño comercio y en buscar la singularidad en esos productos locales, fabricados éticamente? Solo hay una forma de saber qué te parece El Jarrillo Lata y es visitando su espacio y conociendo sus artículos.
¿Qué puedes encontrar en El Jarrillo?
Al cruzar la puerta de El Jarrillo uno se pierde entre utensilios para el hogar, de higiene o para el baño, cositas para los más peques, aceites vegetales, libros y los elementos que decoran este rinconcito con encanto. Lo que veníamos diciendo: aquí puedes encontrar casi cualquier cosa que se comercializa en otras tiendas. Eso sí, con la seguridad de que el proceso de elaboración y las condiciones laborales tienen unos valores garantizados.
La atmósfera que desprende este espacio son palabras mayores. La mañana se pasa entre clientes habituales y curiosos que se acercan a descubrir qué se esconde tras este local. Porque aquí se venden productos pero también se pretenden movilizar otro tipo de actos y Sonia siempre está abierta a al conversación.
Junto a su tienda física también convive El Jarrillo Lata online para que puedas realizar tus pedidos desde cualquier parte de la Península.
Detrás de El Jarrillo Lata
Sonia estudió ambientales, se formó como experta en gestión de residuos y más tarde realizó un master en biodiversidad y biología de la conservación. Sonia confiesa que entre risas siempre le han gustado los bichos y la basura y, con el Jarrillo perseguía «intentar poner en práctica mi lucha interna, que lo que siempre me ha molestado de forma personal fuese desde un espacio, con otro tipo de actos. Si de esta manera te puedo ayudar a que no generes residuos, lo voy hacer. Esa es la filosofía de la tienda».
Gloria se sumaría a este proyecto a finales de 2020 cuando El Jarrillo Lata se trasladó a un local más amplio, donde se encuentran ahora, y que les va a permitir organizar talleres, charlas, debates o tratar de hacer exposiciones o paredes itinerantes para dar visibilidad a otros artesanos y artesanas de la zona.